cuando la contaminación potencia al covid-19

Que una zona geográfica con un ICA alto índice de contaminación del aire -establecido por la agencia europea del medio ambiente– , es decir, los valores PM10, PM2.5, Ozono troposférico O3, dióxido de nitrógeno NO2 y dióxido de azufre SO2 no aporta mayor confort o salud a los habitantes de esa área es una obviedad que no hace falta demostrar. Lógico, ¿no? Ahora bien, se ha convertido en una verdad que, para la inmensa mayoría de personas no tiene mayor alcance que la simple reflexión que «a más contaminación peor salut». Se sabe que, según los expertos, respirar estos contaminantes microscópicos inflama y daña el revestimiento de los pulmones y, con el tiempo, va debilitando la capacidad del cuerpo para defenderse de las infecciones respiratorias.

Ahora, con el problema del covid-19 encima vemos que un % elevado de muertes se asocia con problemas previos respiratorios. Y esos problemas respiratorios son más altos en entornos urbanos con unos índices elevados de contaminación.

Recientemente se ha presentado un estudio elaborado por la Universidad de Harvard en el que concluye que los pacientes con coronavirus en áreas en las que los valores de contaminación (principalmente PM2.5) son elevados tienen más posibilidades de morir por la infección que los mismos pacientes ubicados en áreas con unos índices de contaminación más bajos. Para hacer este estudio se han contabilizado las hospitalizaciones, tests realizados y muertes en más de 3000 condados de los Estados Unidos.

Para obtener estos datos, el estudio compara los datos de contaminación de las PM2.5 obtenidos en estudios previos en esos condados entre los años 2000 y 2016. Todos estos datos se han gestionado y analizado mediante modelos matemáticos, obteniendo resultados como por ejemplo que con sólo un augmento de 1μg / m3 en PM2.5 en el aire se proyecta un augmento del 15% de la tasa de mortalidad de Covid-19 debido a los efectos de la neumonía viral con manifestaciones extrapulmonares adicionales, incluido el síndrome de dificultad respiratoria aguda (insuficiencia respiratoria) y fallos de otros sistemas vitales.

“Aunque la epidemiología de la Covid-19 está evolucionando, hemos determinado que existe una gran superposición entre las causas de muerte de los pacientes con Covid-19 y las enfermedades que se ven afectadas por la exposición a largo plazo a partículas finas (PM2.5)”

Los investigadores parten de la presunción de que el aumento de las enfermedades cardiovasculares y problemas respiratorios han provocado que un % alto de la población, debido al incremento de la contaminación entre el 2000 y el 2016, llegara con más fragilidad a esta crisis sanitaria. El estudio también informa que, en el caso de haber tomado medidas contra la contaminación antes se hubiera reducido un 10% de mortalidad por cada 1μg / m3 en PM2.5.

Y es que parece absurdo ¿no? La mayoría de países siguen afectados por la contaminación ambiental y no han realizado acciones contundentes para mantener los niveles bajos de contaminación del aire (salvo algunas raras excepciones) y las consecuencias llegan ahora de la mano de un virus. Ha tenido que ser un fragmento de ARN recubierto por una proteína (he simplificado, mucho lo sé) para poner más en evidencia como habitamos y trabajamos en las zonas urbanas. El problema no se solucionará cuando el virus no esté. Es más, el problema se agrabará ya que, tal como recuerda la OMS en un estudio en el que 1 de cada 7 pacientes que hayan sufrido el virus y lo hayan superado desarrollarán problemas respiratorios graves. Es decir, al conjunto de la población que sufre por efectos de la contaminación habrá que sumar ese % (que desconocemos aún) de población enferma crónica sobrevenida. El problema que vendrá en sucesivas reactivaciones del virus será como una muerte en diferido (como lo son ahora entre los 400.000 y 5.500.000 de habitantes -según los estudios que se tomen-).

El estudio concluye en que Los resultados sugieren que la exposición a largo plazo a la contaminación del aire aumenta la vulnerabilidad a experimentar los resultados más graves de la Covid-19.

Jordi Sunyer, jefe del programa de infancia y medio ambiente e investigador del Institut de Salut Global en el artículo de La Languardia el dia 8 de abril de 2020 expone que es «interesante, pero matizó que tiene sus limitaciones… Este estudio aporta hallazgos preliminares que aún deben ser corroborados. Son hallazgos difíciles de corroborar porque aún se debe incorporar la dinámica de la epidemia. Podría resultar que la velocidad con que avanza la epidemia sea diferente en cada condado. Habrá que esperar unas semanas para tener datos más fiables”. POr lo tanto tendremos que estar atentos a esta evolución y ver cómo este estudio se queda corto, acierta o magnifica un problema.

Conclusiones

Las primeras conclusiones que puedo atisbar con la lectura de este informes y otros que dejo en el final de esta entrada son:

  • en las áreas que históricamente hay valores altos de contaminación (principalmente de PM2.5) habría que tomar medidas previas de reducción de contaminación con más contundencia.
  • estas áreas deberían destinar más recursos para afrontar posibles epidemias con efectos más debastadores.
  • la planificación urbanística debería incorporar este factor de salud en su desarrollo como unos de los factores más determinantes.
  • la implantación de nuevas tecnologías deberían estar a disposición de los habitantes (apps en teléfonos móviles por ejemplo) para predecir episodios de contaminación alta y no sólo para informar. Es decir deberían ser instrumentos para informar y proteger.
  • la transición a las SmartCities deberá tener en cuenta la salud como factor a tener presente. Está bien tener monitorizados los consumos y red de agua, red de aguas residuales, accesibilidad, cultura, gestión eléctrica, gestión del tráfico, etc. Ahora es necesaria una visión global de la salud de las zonas urbanas (y no, con un smartwatch no es suficiente, que nadie se engañe).
  • fomento de estrategias basadas en economia circular, fabricación de productos basados en Cradle to Cradle, formación específica en áreas de mejora ambiental en empresas, fomento de la ecología industrial, etc.
  • potenciar las infraestructuras verdes urbanas ya que resultan especialmente importantes por su contribución a la salud y al bienestar de la ciudadanía, mejorando la calidad del aire, atemparación del clima, reducción de la contaminación y mejoran la habitabilidad de las viviendas (y por consiguiente su valor).

Seguro que con tiempo y con un trabajo más profundo y especializado aparecen nuevas conclusiones mucho más acertadas que las mías. O quizás haya ya estrategias que vayan en esa línea o que ya se estén aplicando (o bien no se aplican por falta de fondos). En cualquier caso esperemos que entre todos pongamos solución al problema.

Una canción_ cannonball, Supertramp

GL

FUENTES

https://www.weforum.org/reports/the-global-risks-report-2020

Agencia Europea del Medio Ambiente: https://www.eea.europa.eu/es/highlights/indice-europeo-de-calidad-del

Estudio Harvard University: https://projects.iq.harvard.edu/covid-pm/home https://projects.iq.harvard.edu/files/covid-m/files/pm_and_covid_mortality.pdf

ISGlobal_Jordi Sunyer: https://www.isglobal.org/new/-/asset_publisher/JZ9fGljXnWpI/content/jordi-sunyer-la-contaminacion-situa-en-clara-desventaja-el-cerebro-de-las-nuevas-generaciones-

articulos: https://www.lavanguardia.com/natural/20200408/48384555894/coronavirus-impacto-zonas-estudio-polucion.html

https://theconversation.com/si-no-sanamos-el-clima-volveremos-a-enfermar-135091

https://www.uoc.edu/portal/es/news/actualitat/2020/173-salud-planetaria-coronavirus.html

https://www.isglobal.org/healthisglobal/-/custom-blog-portlet/salud-planetaria-y-covid-19-la-degradacion-ambiental-como-el-origen-de-la-pandemia-actual/6112996/0#

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