salir de las certezas en clase

Cualquier tipo de formación ha de sacar al alumno de la comodidad del apunte, de las certezas, de las seguridades que suponen las grandes teorías y dan una falsa sensación de control.

Este pensamiento me viene muchas veces a la cabeza durante un curso, un taller o una simple charla. A menudo viene provocado por ciertas expresiones en sus caras, en preguntas (hasta cierto punto sin sentido) que te hacen y que destapan varias cosas: que el alumn@ sabe menos de lo que aparenta, que quiere cumplir de la forma más diligente con las tareas y sacar la mejor nota sin importar el valor de ese conocimiento y sobretodo que necesita tener unos límites claros para saber dónde moverse. Estas situaciones no son malas en sí mismas, todos nos las hemos aplicado en algun momento pero también es cierto que el mundo ya no se rige (quizá nunca se ha regido y hemos creado una falsa seguridad) por unas teorías que lo solucionen todo. No puede haber una teoria del todo, básicamente porque el grado de interconexiones, dependencias, etc entre factores aparentemente dispersos a veces es alarmante.

Es evidente que la suma de los ángulos de un triángulo siempre da 180º y no depende de un cambio de gobierno, o la temperatura del mar, o de la forma en la que dibujemos ese triángulo. Hay certezas muy concretas y luego todo lo demás. El ser humano vive principalmente en ese mar de relatividades y ha de asumirlo. Por lo tanto creo necesario ayudar a los alumnos a vivir en ese mar de incertezas y a trabajar su capacidad de análisis para que sea fina y con una amplia visión de la realidad. Sólo así tendrán herramientas para vivir el presente.

El pasado ya se vivió y el futuro nunca se vive.

Una canción_ágætis byrjun

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