Decía el presidente de Gas Natural, el Sr Pere Duran Farell, que «la principal fuente de energía alternativa era el ahorro». Y estaba en lo cierto. El ahorro y la eficiencia de los sistemas, acompañado de unos criterios en el uso sostenible y saludable de los materiales, diseños basados en la suficiencia y no en el derroche será lo que nos permita alargar el colapso en los recursos a nivel planetario. No quiero decir (aunque lo parezca) que debiéramos llevar una vida ultraminimalista (es un eufemismo, lo sé) en la que vistiéramos todos igual, con ropas parecidas a monos de trabajo, que conduciéramos tod@s el mismo modelo de coche eficiente, que comiéramos un tipo de alimentos en forma de barritas proteicas,…no. Sería la fin de la humanidad por que somos especiales por ser distintos. Sobreviviremos siendo distintos pero teniendo un sentido de colectividad más acentuado. Y una de las herramientas que deberemos utilizar para unirnos será el ahorro entendido como el «yo ahorro cuando no necesito para que tu tengas cuando lo necesites y al revés».
Esta visión necesita de un cambio personal y colectivo que, a día de hoy, dista mucho de lo que necesitamos pero que estamos más cerca del objetivo que ayer.
El cambio, segun criterios de la economía circular (materia que deberá liderar este proceso) se basa en 3 puntales: cambio de modelo social, modelo ambiental y modelo económico (he simplificado mucho, lo sé). El que va a ser crucial será el modelo económico. Las soluciones serán económicas o no serán.
Ya no somos Homo sapines, somos Homo economicus. Nos movemos por intereses. Es asi en la mayoría de los casos. Por lo tanto, o nos centramos en encontrar los beneficios económicos que nos aporta la economía circular o ya podemos ir buscando parcelas y alquileres baratos en Marte.
Una canción: Lift ( Poets of the Fall_ Disco Signs of Life)
Imagen: Foto de Riya Kumari en Pexels
